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jueves, 23 de diciembre de 2010

O-sarean


Esto de estar en la "nube", que no en las nubes, tiene estas cosas. A uno le piden que escriba un post sobre Osarean para el nuevo blog que han creado al efecto. He dado mi opinión al respecto, que en los tiempos que corren supone todo un alarde de seguridad en uno mismo o de osadía inconsciente, vaya usted a saber:

Los pacientes, los usuarios y los profesionales de la salud tenemos una necesidad común: necesitamos comunicarnos con eficacia para conseguir un flujo de información básico y necesario para poder llevar adelante nuestra labor.

Esto ha sido así, antes, ahora y lo será en el futuro. Sin una comunicación eficaz, no podemos aspirar a realizar bien nuestro trabajo. Lo que cambian a lo largo de los años son las formas de comunicarse. Y no sólo en el terreno de la medicina sino entre los seres humanos. La palabra, la expresión no verbal de nuestros gestos y miradas son la piedra angular en esta comunicación. Pero hoy a nadie le sorprende comunicarse por otros medios. A nadie le sorprende que se pueda escribir una carta, que se pueda llamar por teléfono o que se pueda mandar un correo electrónico y a pesar de no vernos en persona, nadie duda de que esa comunicación sea eficaz.

¿Y qué pasa en el terreno de la sanidad? Curiosamente, las formas de comunicación siempre han estado un paso por detrás de lo que es ya común en la sociedad. El proyecto Osarean pretende habilitar nuevas formas de comunicarse entre los usuarios y los profesionales del sistema sanitario. Pero dejemos una cosa clara desde el principio: las nuevas vías o formas de comunicarnos, no nacen con vocación de sustituir nada, de reemplazar lo anterior. Ni mucho menos. Intentan, simplemente, ampliar y posibilitar, nuevas formas que en la sociedad se consideran ya algo normal. El uso del teléfono, del correo electrónico o de los sms es algo tan corriente en la vida cotidiana que su paso al ámbito de la salud se realizará de una forma fluida y natural.

Osarean, Osakidetza en red, va a ir desarrollando una serie de sistemas basados en las nuevas tecnologías, una red de comunicación, que permitan solventar muchos contactos físicos a los que actualmente no tenemos alternativa, sustituyéndolos por otros que permitan hacerlo de una forma no presencial. Insisto.

Este proyecto no sustituye a nada

Posibilita, en ocasiones y siempre que las circunstancias lo aconsejen, hacerlo de otra forma con beneficio para el paciente, que no estará sujeto a un día y una hora concreta, y para los profesionales, que nos permitirá optimizar esos tiempos y poder dedicarlo a otros casos que así lo requieran. Es obvio que no todas las personas se van a adaptar de forma similar a estas nuevas formas de comunicación, que no es lo mismo para los pacientes jóvenes que para los mayores.

Los jóvenes no entenderían un sistema sanitario que no mire, use y se adapte a esta realidad. Y para los mayores, insisto (una y mil veces), estos nuevos escenarios no borran a los anteriores y las personas que tengan dificultades con ellas (aunque nos sorprenderíamos al ver la capacidad de adaptación de nuestros mayores) siempre pueden recurrir a las formas actuales sin sufrir cambios.

Todos los inicios, todos los cambios tienen sus dificultades

Todos nos vamos a tener que ir amoldando a los nuevos sistemas. Y este camino lo tenemos que recorrer juntos, pacientes y sanitarios. Algunos llevamos tiempo en este empeño y es por eso, porque creo firmemente en las posibilidades de las nuevas maneras de relación y comunicación, por lo que animo a todos los compañeros sanitarios a compartir las dudas con los pacientes, a animarles y orientarles en función de su perfil, de una forma proactiva. Así que un poco de paciencia y comprensión. Estos sistemas ya han demostrado que funcionan en otros países. Y nosotros no vamos a ser menos.


“No podemos luchar contra el futuro. El tiempo está de su parte” (W. Gladstone)

1 comentario:

  1. De acuerdo contigo, Rafa. Pero ya sabes, vivimos en la idea " de entrada no a todo, por si acaso". Nos quejamos y mucho de la burocracia, consultas vacías de contenido sanitario, sobrecarga de trabajo, etc, etc, pero luego si se plantea el cambio HORROR y manos a la cabeza.
    Por otro lado, eso de que los mayores no acepten los nuevos sistemas de comunicación, tampoco es del todo real. Conozco a muchos que saben más que muchos de nosotros (cosa que tampoco es tan difícil ) porque el aprender es querer y tiempo y tienen ambas cosas. Y como familiar, si puedo gestionar desde mi trabajo, casa, teléfono las consultas de mis padres ó hijos, ni tan mal.....
    Recuerdo cuando empezaron los móviles ¿cuántos juramos por Snoopy que JAMÁS tendríamos uno?

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