Hace unos días leíamos con una media sonrisa que en las farmacias se iban a vender teléfonos móviles "para mayores". Hoy la noticia es que se van a vender bragas y tangas de un tejido revolucionario que ayudan a curar las infecciones en las zonas internas de la mujer.
No pienso entrar en la discusión de si son un fraude o no. De hecho, el periodista, el que fuera el DIRCOM de la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco, Fermín Apezteguía, ha realizado esa labor por mi y en esta ocasión (enhorabuena) con unos comentarios certeros y ajustándose a la realidad pone la "evidencia terapéutica" de las bragas en cuestión, en el sitio que les corresponde.
Mi reflexión va por otros derroteros. Comprendo que con la que está cayendo para las farmacias, con continuos decretos que les afecta, se lancen a lo que sea para mantener o aumentar los ingresos. Todos tenemos hijos que se empeñan en comer todos los días e incluso estudiar y esas cosas, resultando caros de narices y cada vez es más complicado lo de llegar a fin de mes. (Si le resulta difícil a Esperanza Aguirre, que vamos a contar los demás)
Pero a mí me parece que esta línea de actuación, convirtiendo las farmacias en bazares al estilo del de Estambul o El Cairo, donde se venda de todo, y para todo, donde los productos milagros se exhiban sin pudor en las estanterías y donde se aconseje su consumo sin el más mínimo reparo, es una actitud que difícilmente casa con la función que reclaman, y que yo apoyo, de agente sanitario.
Reivindicar este papel supone ponerse del lado de la racionalidad y la ciencia. De la ética y de la evidencia. Y vender estas bragas, los teléfonos o el power-balance no es la mejor forma de reivindicarlo.
Las bragas a los comercios de lencería, los teléfonos a las compañías correspondientes y el power-balance a las secciones de bromas de los grandes almacenes.
De todas formas siempre ha habido pioneros
Espero con interés el desembarco de los comerciantes chinos en este tema, seguro que sus aportaciones no tendran competencia en lo que a precios se refiere. ¿A que las farmacias del Opus no tienen dilemas etico-morales para subirse al carro? Bueno, igual en lo de las bragas si, ya se sabe, tan cerca de los genitales pueden despedir un olor pecaminoso.
ResponderEliminarMafalda