Lo siento por el Consejero, mi tocayo, pero aunque parece que es lo mismo resulta que los matices son importantes. Nos hemos embarcado en la Estrategia de la Cronicidad, nos pasamos el día hablando de los crónicos y la palabra clave no es cronicidad, es Pluripatología.
Bien es cierto que los pacientes pluripatológicos, en la gran mayoría de los casos, lo son porque han decidido acaparar para ellos (egoistas, que son unos egoistas) al menos un par de problemas de salud de esos que no tiene curación, que para eso son crónicos. También es cierto que la mayoría de ellos no destacan, en principio, por su juventud y que con el paso de los años va aumentando su número.
Pero a pesar de que sus perfiles se superponen con demasiada frecuencia el enfoque del problema presenta matices según partamos la construcción de uno u otro punto de partida.
En la facultad, en los cursos de formación continuada o en los planteamientos de los ensayos clínicos se parte con frecuencia de problemas que son crónicos y ante cada uno de ellos tenemos criterios, evidencias y guías con las que enfrentarnos a esos procesos. Pero no tanto cuando no planteamos los problemas pluripatológicos.
De entrada porque, aunque es frecuente la combinación de algunos problemas que pueden presentarse al mismo tiempo, la gama de combinaciones posibles de varios problemas crónicos (mas los agudos circunstanciales) es tan grande que es casi imposible plantear ensayos con estos pacientes y por tanto presentar guías con evidencias indiscutibles sobre cómo gestionar estos pacientes.
Pero los problemas no se paran ahí. Un paciente pluripatológico está abocado a coleccionar una larga lista de fármacos en su haber. Y la realidad es que en ocasiones vestimos un santo desvistiendo otro. Que lo que le va de cine para una cosa le desestabiliza otra o provoca un problema nuevo que a su vez tendemos a solucionar con un nuevo fármaco. Las interacciones entre fármacos, la iatrogenia de los mismos, los errores en su posologías, la (la falta de) adherencia a los tratamientos y más cosas que seguro olvido son aspectos ineludibles al plantear los problemas que padecen los pacientes pluripatológicos.
Parece que en los hospitales ya están pensando en crear
Unidades de Pacientes Pluripatológicos y hasta tienen ya definidos sus
estándares y recomendaciones al respecto. Será un nuevo error. A los pluripatológicos los vemos los de Primaria, si o si, y los compañeros de las otras especialidades carecen de conocimientos de cómo abordarlos simplemente porque no los ven. Unidades de este tipo, en las que si se plantean deberían estar constituidas por los especialistas de Primaria, sólo podrían existir para aquellos pacientes con tal cantidad de procesos activos, tal lista de tratamientos, tan frágiles e inestables que precisaran un ajuste tan fino que no fuéramos capaces de hacerlo en A.P.
Pero no nos engañemos. El gran reto es reciclarnos en lo que hacemos cada día. Comenzar por aprender a desprescribir, a reciclarnos en el abordaje de estos pacientes de los que todos somos capaces de confeccionar largas listas con nombrse y apellidos.
Tal vez este sea un aspecto en el que se incide poco salvo en los círculos de iniciados. Ayudas inestimables como la web del
Polimedicado o iniciativas sobre
prescripción prudente o la extensión de programas con criterios de Stop/Star son necesarias pero su divulgación no llega a la mayoría y
con “grupitos selectos” no cambiamos el sistema.
Sin renunciar a lo ya hecho sobre la Cronicidad, propongo desde aquí que alguien se plantee el problema de los Pacientes Pluripatológicos y su abordaje. Se fomenten jornadas y sesiones. Se insista en los temas de farmacia que son un problema de tal dimensión que es imposible no trabajarlo.
Y todo ello sin mencionar ni por un momento el tema económico porque si se enteran los de Standard & Poor's de lo que cuestan los pluripatológicoslos, les ponen una nota tan baja que ni la encontramos.
Seguro que hay mucho hecho y de calidad. No hay que inventar la polvora. Yo sólo pido que me den la oprtunidad de reciclarme en esto temas. Lo necesito como profesional. Y como ciudadado que pago los impuestos y quiero que nuestro sistema sanitario sobreviva creo que es en aspecto crucial, fácil de trabajar y que no supone ninguna revolución estructural. Vamos, que se puede empezar mañana