El superjefe de mi empresa ha concedido una entrevista al DEIA en la que queda de manifiesto lo superchachis que somos, como vamos a ser capaces de hacer lo mismo, pero mejor, con menos y el mínimo esfuerzo que se nos pide a los trabajadores en un claro aviso a los sindicatos (me parece que os van a dar por el fly)
Pero paso de este tipo de entrevistas donde todo, entrevistador, entrevistado y el mensaje, encajan a la perfección. Lo que me ha preocupado es el lenguaje que ha usado mi jefe y que deja claro cual es su percepción de mi trabajo.
Eso hará que el tránsito de ese paciente que empieza con su médico general y que tiene que ir al especialista se pueda resolver mejor.
No es que me moleste ser un médico general, al contrario, me parece que es la esencia de mi ESPECIALIDAD, abarcar con criterio una visión general del paciente, pero me temo que no es ese el matiz de mi jefe.
Cierto es, que es correcto llevar una vaca en la baca e incluso un baca en la vaca y que el corrector de textos no entiende de matices ni de sensibilidades, pero estas existen y a mi no me gustan esas expresiones. Comprendo que es difícil de captar para un economista por mucho que se rodee de colegas sanitarios y que probablemente esta tema se la trae al pairo, pero no está de más pedirle que use correctamente las denominaciones.
Yo soy Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, trabajo en la Atención Primaria de su empresa en un Centro de Salud, derivo a algunos de mis pacientes a otros compañeros que tiene otras especialidades y que trabajan en el nivel secundario de la asistencia (o terciario si se tercia) y me alegro mucho de que esos pacientes a los que atiendo en su "generalidad" perciban su tránsito por el sistema de una manera eficaz y eficiente pero dudo que sea posible si no se tienen claros los conceptos (matices, sí, pero importantes), no vaya a ser que de tanto usar las palabras de forma impropia aceptemos candelabro por candelero
No hay comentarios:
Publicar un comentario