En nuestra querida Euskadi estamos ya en campaña electoral. En 2 meses tendremos los resultados de las elecciones que definirán quienes van a asumir las directrices para los próximos 4 años. Un tiempo complejo en el que la crisis y las débitos, a los que nos obliguen por el “puto” rescate, van a imponerse sobre los deseos de quienes tengan la responsabilidad de gobernar.
Esta va a ser una campaña electoral distinta. Ya nadie se cree nada de nada (nothing de nothing) de lo que puedan decir los políticos, que con seguridad, insistirán en sus errores y nos contarán una y mil milongas. No me los veo recitando en un mitin un interminable listado de acciones impopulares pero que a buen seguro ya tienen planificadas. No me los veo haciendo gala de una sinceridad sin tapujos explicando a los ciudadanos sus medidas para este pesimista escenario que nos espera. Pero la ciudadanía va a tomar buena nota de lo que digan, de lo que no digan, de lo que mientan…. Y ya no vale echar la culpa al que estaba. Todos sabemos de que va esta historia. Así que en esta ocasión ya pueden medir bien sus discursos porque luego vendrá la ciudadanía con el checklist de lo prometido.
Pero este blog no es un blog de política sino de temas sanitarios por lo que estaré atento a lo que las distintas opciones manifiesten en esta parcela en sus programas electorales
El nuevo marco político queda en el aire ya que si bien parece que el PNV puede ser el partido más votado, no parece que lo sea tanto como para formar un gobierno el solito y gobernar en minoría sin apoyos. Y esto de los apoyos pasa por formar un gobierno de coalición o recabar un apoyo parlamentario para un gobierno en minoría. De una u otra forma, las opciones para elegir compañero de viaje parece que sólo vab a ser tres: EH Bildu, PSE o PP.
Y en este intercambio de cromos la sanidad jugará un papel crucial tanto en un escenario como en otro y variará en función del partenaire elegido.
Han pasado sólo tres años y medio desde que Rafael Bengoa inició su andadura y si algo ha quedado claro de su proyecto son dos cosas: Los crónicos y el radar
Nos hemos comprado un radar muy chulo para tener a los usuarios en la pantalla y pasar de un sistema de atención basado en la patología aguda a otro que pivote en la cronicidad. Poco tiempo para tanto cambio. Algunas cosas se han iniciado pero otras muchas no pasan de insinuación del camino a recorrer.
Pero lo peor que nos puede suceder a todos los profesionales es que el que venga ahora decida cambiar de juguete, pase del radar y se compre un I Pad por decir algo.
Hoy nos informan en prensa que las vascas son las europeas que más años viven. Alcanzan de promedio los 85,7 años, casi siete más que los varones de la CAV y la esperanza de vida aumenta en todos los países europeos y genera un problema de envejecimiento. Que la cronicidad es un punto angular en la gestión de los recursos de un sistema sanitario ya no lo discute nadie, aunque algunos sigamos matizando que el matiz de la pluripatología, matiz que no se debe obviar en los discursos para no perder el norte, pero cada opción política puede cargar las tintas en unos u otros aspectos para alcanzar el mismo objetivo.
Los partidos deberían presentarnos un claro programa de las reformas que tiene planteadas para la sanidad. Reformas que ya eran necesarias antes de la crisis y que con esta no nos queda más remedio que abordar. Sé que no es fácil entrar en detalles en una campaña electoral pero tampoco es de recibo recurrir a las vaguedades habituales.
Tener que oír a estas alturas que te digan que están a favor de reforzar el papel de la Atención Primaria sin decirte en que consiste esta postura da más miedo que esperanzas.
No decir nada de cómo se plantearán las políticas en farmacia ( y no me refiero sólo al copago sino a posturas de mas enjundia como políticas activas en desprescripción, financiación selectiva con criterios de evidencia, protocolos actualizados, papel de los profesionales etc), revisión de las carteras de servicio con criterios de priorización en función de los recursos, políticas de personal etc, supondrán una colección de brindis al sol y una serie de propuestas vacías de contenidos.
Pero me temo que de estos temas no se hablará mucho y acudiremos a las urnas el próximo 21 de octubre sin conocer las opciones en los temas sanitarios que son las que nos preocupan.
Por otra parte quiero reiterar, desde ya, mi apuesta personal por una sanidad pública y mi disposición a colaborar con tirios o con troyanos en su defensa y salvaguarda desde mi modesta gestión de unos recursos que son públicos y que me son ajenos. Lo que no impedirá que continúe con mi labor de opinar sobre lo que, a mi modesto entender, no funcione o no se alinee con estos objetivos.
A partir de ahí lo de siempre. Suele ser lo habitual los cambios de personas, basados mas en filias y fobias, en méritos de pertenencia al partido o en favores debidos que en perfiles profesionales y de buena gestión. En este país somos cuatro y un tambor. Nos conocemos casi todos y el panorama es el que es. Y no nos sobran personas capaces de tirar del carro.
Virgencita de Begoña, ilumina a los que vengan. Dales mucho sentido común, evita que se empecinen en dejar su impronta por el mero hecho de ocupar el sillón. Te pido que por lo menos les dotes de un par de cosas básicas: Información y transparencia y posibilidad de participación (de todos, que no está el país para permitirse lujos de desperdiciar el granito que todo el mundo puede aportar). Y con estas dos cositas, yo creo que nos llevaremos bien desde el respeto y la discrepancia.
¿El radar? Vamos a pagar entre todos(sobre todo crónicos y pensionistas) las multas ajenas. Nada va a impedir que campeen a sus anchas los intereses partidistas ¡Qué cansado es este pais!
ResponderEliminar