Desgatiñado estaba el personal gritando ¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo! Y llegó. Y encima no es un lobezno. No señor. Es todo un señor lobo y con hambre. Se lo va a comer todo, todito, todo.
Ahora ya sabemos que no es broma. Que para algunos, sólo hay una solución. Privatizar, privatizar.
Y en consecuencia se adaptaran al los nuevos lemas. Se pasará de
Medicina centrada en el paciente
a
Medicina centrada en la cuenta de resultados
Según parece, el lobo no ha aprendido nada, nada. El del cuento termina mal, y este tambien. No se da cuenta de que mucha gente sin nada que perder es peligrosa; al final, se cargan al lobo. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarSaludos