No quiero ni imaginarme las tribulaciones de este Consejero en su Consejería, presionado por el este y el oeste, intentando encontrar una salida digna ante semejante atolladero, buceando en el baúl de los razonamientos intentando justificar lo injustificable para al final acabar compareciendo (y los demás compadeciéndole) y soltando esta lindeza:
Para que luego digan que eso de ser Consejero es fácil y que lo puede hacer cualquier. ¡Ja! Cualquiera que sea capaz de ir contra la esencia de su propios fines que no son otros que velar por la salud de la población a la que ha jurado o prometido servir y en vez de ello servir a otros intereses demostrando que lo importante no es la salud sino el poderoso caballero.
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