sábado, 9 de febrero de 2013

Me paso la ética por el forro




No se están prodigando muchos post como reacción a la impresionante noticia que relata lo sucedido en un centro sanitario de Staffordshire. Y a mí me tiene espeluznado. 

No voy a comentar la noticia en si ya que todo el mundo la ha leído. Lo que me tiene turbado es la reacción de los profesionales sanitarios y no sanitarios del centro en cuestión, ante una dinámica empresarial en la que prima lo económico sobre todos los demás valores. 


"El sistema ignoró las señales de advertencia y puso el interés corporativo y control de costos por delante de los pacientes y su seguridad" 


Lo que me preocupa es como uno se va blindando ante los valores éticos de la (cualquier) profesión para ajustarse a las necesidades y exigencias de una empresa en la que el ahorro o el beneficio son el paradigma de todas nuestras acciones. 

Recortas personal y recortas personal y el que queda no llega para cubrir las necesidades y se cabrea porque está sobreexplotado y decide que lo primero es su salud y que él no es el responsable del desastre y comienza a hacer las cosas mal, a sabiendas que están mal, pero sin asumir como propia la responsabilidad. "La culpa es de los cabrones que recortan" y con esto y tres aves marías solucionamos el problema ético. 

Contratan a personas con poca cualificación o especialización para realizar labores complejas ya que resulta mucho más barato y a la hora de manejar la complejidad se disparan los errores. Pero uno no puede decir que no a ese trabajo. Los niños comen a diario y lo siento, pero "la culpa es de los cabrones que contratan a la baja" y con esto y tres aves marías solucionamos el problema ético. 

Y es cierto. "La culpa es de los gestores que deciden que lo primero, o lo único, es el interés corporativo y control de costos por delante de los pacientes y su seguridad". "La culpa es del sistema que ignora las señales de advertencia y mira para otro lado " 

Pero no es menos cierto que los profesionales no nos podemos escudar en esta letanía, no podemos vivir el día a día como si nada sucediera si circunstancias como estas toman cuerpo en nuestro entorno. Algo se tiene que remover en nuestras entrañas porque si no lo hacemos, seremos cómplices de tamaña barbaridad.

Vienen malos tiempos para la lírica, para la ética. Cada cual tendrá que poner sus líneas rojas a no traspasar. Pero aprendamos de los errores ajenos antes que tengamos que plantear como digerimos los propios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario