Buena Vista Social Club

Hoy estamos de inauguración. Se han abierto las puertas del Club Social de Buenavista, perdón, el Centro de Salud de Buenavista, pero resulta que tanto monta, monta tanto el Club Social que el Centro de Salud. De hecho, un club social puede generar más salud que un centro de salud (y redundo porque me gusta la redundancia y me da la gana redundar). De largo, vamos.

Pero lo que hoy se ha inaugurado no es un Centro de Salud sin más. Es un Centro de Salud fashion, pero fashion total. Diseño puro a la altura de las mejores obras arquitectónicas del territorio.

Ha costado la friolera de 6,2 millones de euros para atender a 13.720 vecinos (aunque esperan llegar a los 16.000). Un pastizal. Pero seguro que están bien invertidos.

Lo que no me cuadran, son los números que se han publicado en la prensa. Supongamos que las 16.000 personas futuras a atender sean todas adultas. Se han habilitado 18 consultas para la atención primaria a adultos. Me salen cupos de menos de 900 personas. ¡Que bien! ¡Que envidia! Y encima como es una zona en expansión serán de una edad media joven. ¡Toma ya!.

Mañana mismo llamo a ver si puedo pedir un traslado y me retiro con un cupito tranquilo, de diseño, con enfermedades "personalidazas" y yo me convierto en "personal trainer of health". Quedan desechadas enfermedades vulgares como tener "mocos" o "cagarse por la pata abajo". Sólo se aceptarán patologías que puedan aparecer sin demérito en un capítulo del Dr  House. Y a convertirnos en referencia mundial.

Evidentemente, con estos mimbres no ha faltado autoridad que se precie al acto. Desde el Lehendakari, el Consejero, alcaldes, etc

Me quedo, de los discursos, con este texto del Consejero: "lo que aquí vemos con naturalidad, la apertura de nuevos centros, la apertura de nuevos servicios, no es ya tan normal en muchas otras regiones o países". "Cualquier persona que acuda a Osakidetza puede comprobar que los servicios se mantienen y que se le atiende bien", "su servicio habitual, la normalidad con que cada día intentamos dar un buen servicio a todas las personas que viven en Euskadi".

Hoy es posible mirar al futuro con algo más de optimismo, sabiendo que no podemos relajarnos y que tenemos que seguir trabajando duro, pero conscientes de que si somos capaces de remar todos en el mismo sentido, si trabajamos con humildad sin olvidar que la prioridad son las personas, conseguiremos mantener Osakidetza como un servicio en el que la gente confía

Y aquí es donde aprovecho que el Nervión pasa por Bilbao para citar a Alberto Ortíz de Zarate (Alorza para los íntimos) que ha escrito en su muro de Facebook: "Ayer tuve que usar las urgencias de Basurto (Sanidad pública). Por supuesto, estaban saturadas y, por supuesto, el sistema informático se cayó y lo retrasó todo más aún. Sin embargo, la profesionalidad de todo el personal fue excelente. No nos dejaron hasta que no pudieron explorar todo lo explorable y descartar todo lo descartable. Siempre con buen talante y gran diligencia. Bravo, bravo, bravo. Trabajadoras de la salud, no voy a dar las gracias: habéis hecho aquello para lo que os pagamos. En cambio, os daré una inmensa enhorabuena. Seguid así, siempre.

Ve, Sr. Consejero, como es verdad lo que dicen que dicen. Estamos pasando las de Caín pero la gente sigue con profesionalidad, buen talante y gran diligencia. Si ya no hubiera saturación y el sistema informático no se cayera (o lo que que corresponda en cada caso que algo siempre tocará porque la crisis no es inocua), Alorza se nos pone malo pero de orgullo patrio. (por cierto Alberto, espero que lo tuyo haya sido poca cosa y que "al recibo de la presente estés bien de salud").

Vamos, que parece evidente que el personal se merece unos aplausos, unos reconocimientos y en cuanto la tormenta amaine, recuperar algo de lo (mucho) perdido. Mantenemos la tensión, trabajamos duro, muy duro, remamos con sincronía (tanto, que yo ya tengo ofertas de Kaiku) y humildes como franciscanos

Profesionales, diligentes y con buen talante, un rato largo, pero tontos NO.