Un ingeniero, un contable, un químico, un informático y un funcionario se vanaglorian por tener cada uno un maravilloso perro.
El ingeniero llama a su can:
-¡Raíz cuadrada, enséñanos tu talento! La perra avanza hasta una pizarra y dibuja rápidamente un cuadrado, un círculo y un triángulo.
El contable dice a su perro:
-¡Balance, enséñanos lo que puedes hacer! El perro va hasta la cocina, y vuelve con una docena de galletas, y las apila en 3 montones iguales de 4 galletas.
El químico dice que su perro puede hacerlo mejor:
-¡Termómetro, haz tu número! El perro abre la nevera, coge un litro de leche, va al armario a conseguir un vaso de 10 cl. y vierte exactamente 8 cl. en el vaso sin derramar una gota.
El informático piensa que se va a quedar con todos:
-¡Disco duro, impresiónales! El perro se instala delante del ordenador, lo arranca, inicia el programa antivirus, envía un mail e instala un nuevo juego.
Los 4 hombres se vuelven hacia el funcionario y le preguntan:
Y tu perro, qué puede hacer?
-!Cafelito, enséñanos los talentos del funcionariado! El perro se levanta, hace un crucigrama en la pizarra, se come las galletas, se bebe la leche, juega un solitario en el ordenador, se monta a la perra del ingeniero y simula haberse lesionado la espalda en la labor, por lo que rellena un formulario de accidente laboral y coge una baja de seis meses.
Hoy he asistido a una clara demostración de lo vagos que son los funcionarios. Es sábado, hace un frio de cortar (un céfiro que transpasa el cutis, que diría un cursi) y he podido comprobar como más de cien funcionarios se han reunido en su día libre para realizar una actividad de formación continuada. Que yo sepa no les han pagado horas extras, ni les dan puntos para tener un moscoso mas ni na de na. Toda una mañana para ponerse al día en la gestión de los factores de riesgo cardiovascular. Así, por la jeta.
El ingeniero llama a su can:
-¡Raíz cuadrada, enséñanos tu talento! La perra avanza hasta una pizarra y dibuja rápidamente un cuadrado, un círculo y un triángulo.
El contable dice a su perro:
-¡Balance, enséñanos lo que puedes hacer! El perro va hasta la cocina, y vuelve con una docena de galletas, y las apila en 3 montones iguales de 4 galletas.
El químico dice que su perro puede hacerlo mejor:
-¡Termómetro, haz tu número! El perro abre la nevera, coge un litro de leche, va al armario a conseguir un vaso de 10 cl. y vierte exactamente 8 cl. en el vaso sin derramar una gota.
El informático piensa que se va a quedar con todos:
-¡Disco duro, impresiónales! El perro se instala delante del ordenador, lo arranca, inicia el programa antivirus, envía un mail e instala un nuevo juego.
Los 4 hombres se vuelven hacia el funcionario y le preguntan:
Y tu perro, qué puede hacer?
-!Cafelito, enséñanos los talentos del funcionariado! El perro se levanta, hace un crucigrama en la pizarra, se come las galletas, se bebe la leche, juega un solitario en el ordenador, se monta a la perra del ingeniero y simula haberse lesionado la espalda en la labor, por lo que rellena un formulario de accidente laboral y coge una baja de seis meses.
Hoy he asistido a una clara demostración de lo vagos que son los funcionarios. Es sábado, hace un frio de cortar (un céfiro que transpasa el cutis, que diría un cursi) y he podido comprobar como más de cien funcionarios se han reunido en su día libre para realizar una actividad de formación continuada. Que yo sepa no les han pagado horas extras, ni les dan puntos para tener un moscoso mas ni na de na. Toda una mañana para ponerse al día en la gestión de los factores de riesgo cardiovascular. Así, por la jeta.
Pero seguro que el lunes todos se cojeran una baja de seis meses simulando una lesión de espalda inexistente. !Que se puede esperar de tanto funcionario junto un sábado por la mañana!
acomplejado
ResponderEliminarClaro, claro... Por supuesto.
ResponderEliminarTodos los funcionarios se tocan las narices todo el día, por supuesto.
No sirven para nada, sólo se sientan y hacen como que aporrean una máquina de escribir ¿Verdad? Y todos son enchufados... ¿Oposiciones? No, que va...
De hecho sería curioso, ya que no hacen nada, ver qué pasaría si al igual que los muchos que hablan desde el conocimiento de un mendrugo de pan hicieran exactamente lo que la gente cree: Nada.
¿Cómo sería un día sin funcionarios en España? En teoría no pasaría nada ¿Verdad? ¿Acaso se puede notar cuando el que no hace nada está ausente? Y no me refiero sólo a las fuerzas del orden, que también son funcionarios pero como muchos suscriben son funcionarios y tampoco hacen nada, me refiero a los funcionarios de la medicina, a los administrativos que, aunque no esté picando piedra tiene que aguantar a parte de su trabajo el menosprecio generalizado de acomplejados, envidiosos, gente que sólo mira unos minutos de tu trabajo y ya se cree que sabe lo que haces, cuanto cobras y quien te enchufó, la lista de funcionarios es más larga pero quien no haya entendido esto no creo que se pueda imaginar la labor tan amplia que desarrollan.
Muchas veces pienso que si de verdad es tan chollo por qué en vez de criticar no se ponen a estudiar unas oposiciones y forman parte también del selecto club del funcionario, a lo mejor se llevan un chasco cuando suspendan el primer examen porque es muy difícil y compites con miles de personas, o cuando le llegue la primera nómina, aguante a los primeros mil comentarios de lo bien que se supone que tienes que vivir por se funcionario o tengas que soportar condiciones miserables de trabajo que, políticamente, es incorrecto hacerlo público porque podrías ponerle la cara roja a más de un político (esos no son funcionarios).
Siempre tengo que hacer el inciso de que los hay más y menos profesionales, como en todos los gremios ¿Acaso todos los fontaneros o electricistas son buenos?
Pero que el que no rinde o realiza mal su trabajo puede ser expuesto a distintos modos de sanciones laborales, no son intocables. Y si te toca uno de esos y ya que has sido capaz de leer todo esto te recomiendo que le pongas una hoja de reclamaciones, si no sabes muy bien cómo hacerla puedes pedirle a otro funcionario que te ayude a tramitarlo.
Es curioso cómo la gente se alegra de que las cosas le vayan mal al vecino.
“Ojala los echen a todos”, “Que les bajen el sueldo”, “Que les quiten las pagas”…
Los funcionarios a los que la gente se alegra de que les vaya peor cada vez que ganen un euro menos dejarán de usarlo en consumir, en ocio, en bienes… La gente que es inculta no siempre es capaz de entender las consecuencias de eso. No entiende que cada euro que le quitan al funcionario y que estos ponen en circulación no se va a Educación (donde también los están machacando porque son funcionarios), o a beneficencia… Va a parar a las ayudas que están dando a las entidades bancarias que han sido expoliadas por sus mismos directivos.
Esa cervecita, ese coche que volverán a arreglar una y otra vez porque no pueden comprar nuevo, ropa, pintores, etc… Dejarán de consumirlos en gran medida. Y ese dinero se irá directamente a manos de los rescates bancarios.
Sabrán muchos comercios de lo que hablo cuando en la campaña navideña se den de bruces… El sistema necesita de todos.
Cuando le deseas el mal a tu vecino la miseria te está entrando por la ventana.