sábado, 30 de junio de 2012

Cuando el criterio es no tener claro el criterio




Mira que se está escribiendo, publicando y opinando a cuenta de la famosa lista de los cuatrocientos y pico medicamentos que van a dejar de financiarse. Y la verdad, uno a veces se sorprende de la capacidad del personal de intentar hacer una lectura sesgada, parcial o interesada del tema. 

La exhibición obscena de frases demagógicas por parte de muchos políticos ha sido como para hacer una colección de citas para la posteridad 

Ahora parece que ningún médico de atención primaria ha clamado contra esos informes de la empresa en los que nos recordaban una serie de productos que carecían de valor intrínseco elevado (vamos, que eran placebo puro encapsulado según ellos) y que habíamos cometido la osadía de recetar. Y ahora parece que ningún médico de atención primaria ha recitado el conocido mantra (en sus distintas versiones) de "si no vale para nada que no lo autoricen o que no lo financien" o "si está aprobado por la AEMPS por algo será" 

Así que para ser un poco coherente con lo dicho, porque yo si lo he dicho, tanto en público como en privado, creo que es bueno y necesario revisar periódicamente la financiación de los productos que conforman el vademecum del SNS. 

Pero es aquí donde uno puede optar por una disyuntiva elemental pero que diferencia de forma notable las formas de hacer. 

Se pueden tomar decisiones en base a un criterio y aplicarlo de forma implacable a todas las presentaciones farmacéuticas de forma global o progresiva y además mantenerlo en el tiempo para las nuevas incorporaciones o novedades terapéuticas. 

O actuar sin criterio o lo que es peor mezclando criterios porque digo yo que para encontrar un denominador común a la larga lista que aun nadie conoce en su totalidad me temo que se habrán utilizado el término "and" en la toma de decisiones. 

Y luego así pasa lo que pasa: Que se juntan criterios como "para síntomas menores" con "de bajo coste" y acabas mezclando e incluyendo fármacos de claro interés terapéutico con otros que no pasan del placebo puro y duro y probablemente se dejan fuera (o mejor se dejan dentro de la financiación) otros que deberían estar en el limbo de los justos. 

Ni que decir tiene que en ocasiones, máxime cuando el número es tan elevado, se correrá el peligro de que los pacientes insistan en que les prescribamos fármacos financiados que serán más caros y con más efectos secundarios. "Que con la pomadita conseguías tener a raya el analgésico para esa gonartrosis de postín, pues ahora a valorar los problemas del abuso del analgésico (y miedo da si son antiinflamatorios)" . Porque, por si no se han enterado los políticos, la crisis la sufren los ciudadanos normales y si al 10% del pensionista le sumas la pomada (que a buen seguro subirá de precio) y algún otro clásico, la cosa se empieza a poner por un pico

Otro tema que preocupa es que alguna Comunidad Autónoma decida que ellos no desfinancian alguno de los fármacos de la lista con lo que el "poyo" que se puede montar será de campeonato y recuerdo que no sería la primera vez. "Si vas a ver a la tía María en Amoroto, en vez de los dulces de las monjas que traes todos los años a ver si esta vez puedes traer un Voltaren gel del que usa la tía, que aquí se ha puesto como artículo de lujo"

Sólo pido que si en mi Comunidad se decide optar por alguna medida de este tipo (la pre-campaña es muy tentadora para estos temas) las decisiones sean acompañadas de una clara explicación del criterio que se ha utilizado y se aplique este a todo el vademecum, ya que si no, a partir de ese momento, el único criterio para usar o no usar el resto de medicamentos financiados (caritos todos ellos) será "porque me da la gana", que ya se sabe que es un criterio de una fuerza demoledora e incontestable.




PD: No quiero dejarme en el tintero unas declaraciones del Consejero de Castilla La Mancha, el señor Echaniz, en las que se pronuncia de forma rotunda descalificando a las agencias de evaluación como los que deben aportar el famoso criterio que uno reclama y confiando sólo en la AEMPS que forma parte del propio Ministerio. Lo de este señor es preocupante. Yo prefiero el criterio de CEVIME, aunque no lo comparta en su totalidad, que las tonterías que pueda decir la señora Mato defendiendo los "remedios naturales". 


Otro tema que me confunde y que me mosquea. Lo contentos que están en farmaindustria con este tema. Y esos hacen los cálculos en un pis-pas y parece que les salen las cuentas y que les han hecho un favor


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