miércoles, 19 de septiembre de 2012

CIE 787.3 Una patología con consecuencia imprevistas




El otro día recibí una nota de los servicios de estadística en la que me comunicaban el inusual número de episodios abiertos con el CIE 787.3, solicitándome que comprobara si se trataba de un error o efectivamente se correspondían con diagnósticos correctos.

Tras las comprobaciones de rigor pude constatar que efectivamente los episodios estaban bien codificados y que el número de ellos era significativamente alto.

El CIE 787.3 corresponde a las Flatulencias, eructos y dolores por gases. Yo hace tiempo que me lo pase a mi CIE personal como Pedos a tutiplen o pedorretas incontrolables. Otros compañeros mas poéticos lo denominan como Sinfonía anal o incluso como Fragancias sulfúricas.

Ya sabéis que en el tema de los pedos hay que tener en cuenta dos variables: las referentes a su ruido (intensidad, duración sonora, frecuencia acústica etc) y las referentes al olor pudiendo utilizar escalas de tipo descriptivo (huele a huevos podridos) o a su intensidad (¡Que horror, es insoportable!). No consta en la bibliografía pedos con olores agradables (si que los hay inodoros) salvo en situaciones especiales como corresponde a los efectos del enamoramiento que pueden cursar, como todo el mundo sabe, con alucinaciones (olfativas en este caso)

Me quedé preocupado por el tema de la alta incidencia y de que mis pacientes manifestaran una preocupación desmedida por  un tema que hasta el momento se llevaba con cierta soltura y alegría. Comencé a investigar sobre posibles desencadenantes de tan insólita situación y realicé una encuesta sobre hábitos alimenticios por si estos hubieran cambiado y fueran los responsable de tanto temor a echarse un cuesco como dios manda. Pero pude constatar que no existían variaciones significativas en la dieta tanto sólida como en la bebidas habituales. Tampoco en la forma de masticar y deglutir ni en el consumo de cigarrillos ya que como sabéis los hay que tragan aire cuando engullen y que algunos fuman con el estomago.

Al fin encontré la causa de tan inusual situación:


Perplejo me he quedado. Primero porque alguien pueda presentar semejante demanda pero peor de que alguien la acepte y sentencie en estos términos. Aunque no quiero aventurar opiniones poco fundadas. Estoy seguro que el juez habrá constatado que lo pedos de este señor son o bien lo mas parecido al trueno de Thor (contaminación acústica como agravante) o bien  los ha etiquetado de arma química de destrucción masiva.

Lo malo es que esto se incluya en el código penal y que a partir de ese momento nadie sea capaz de atreverse a un alivio ante el temor, fundado, a ser denunciado por agresión y menoscabo al honor de la pareja y a ser condenado. Y de este tema no se libra nadie ya que todo el mundo pedorrea (se calcula una media de 14 pedos/día) y afecta tanto a hombres como a mujeres

Desde el servicio de Cirugía ya han advertido que el diagnóstico de "pedo atravesado" no es una tontería ni un tema baladí y que puede acarrear un incremento de la cirugía abdominal de urgencia al confundirlo con cuadros mas serios que asocian distensión y defensa abdominal.

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