sábado, 19 de febrero de 2011

La Epocalipsis: EPOC, prensa y propaganda


Octubre de 2010. Mi amiga LIS, que por cierto se va recuperando poco a poco, se agarró un mosqueo de cortar con lo que consideró un fraude de ley al publicarse en un periódico, un reportaje sobre la EPOC que en realidad se trataba de un publireportaje de un fármaco, lo que a día de hoy y en este país está prohibido. 

4 meses después se puede constatar dos cosas. 

Una: La autoridad competente, que se preocupa de otras cosas, no ha movido ficha en este tema haciendo dejación palpable de sus responsabilidades y creando el caldo de cultivo para que lo mismo vuelva a suceder.

Dos: Que ya ha sucedido. Esta vez es en León pero mañana será aquí. El tema sigue siendo la EPOC. En esta ocasión con la excusa de difundir un programa en las farmacias para ayudar a los usuarios al buen uso de los inhaladores y aconsejar los enjuagues correspondientes, concluyen el artículo, como sin querer, con este párrafo

La primera terapia oral diseñada para tratar la Epoc grave, ya está disponible en España bajo el nombre de Daxas (roflumilast). Se trata de un medicamento de nueva clase terapéutica con un nuevo mecanismo de acción que reduce la inflamación subyacente y característica de la Epoc, de forma que actúa contra el origen de la enfermedad y no sólo contra los síntomas. Roflumilast, es un inhibidor de la fosfodiesterasa-4 (PDE4) administrado por vía oral en un comprimido diario, que se comercializa en España .

¿Casualidad?, ¿Se las han metido doblada? ¿Han cobrado por el servicio? ¿Se va a permitir una generalización de este tipo de información?

Preguntas que se suman al debate que ha planteado Salvador Casado en relación con la postura de Europa sobre la información al paciente versus la propaganda de un fármaco. 

Me temo que será un gran tema para hablar, para pensar.. ... y para forrarse algunos si nadie lo impide.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con lo que dices, es una táctica actual de determinados laboratorios el crear alarma o espectativa social para que luego el paciente solicite al médico la pócima milagrosa.
    Tampoco tiene desperdicio este párrafo del citado artículo: "La complejidad del proceso obstructivo hace imprescindible que sea el especialista el que controle de la enfermedad, que suele requerir de medicación con antibióticos de segunda y tercera generación, más potentes"
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