viernes, 11 de febrero de 2011

Plan de Tratamiento Farmacoterapéutico





Estos días le he dedicado un poco de tiempo a una lectura sosegada del tema de la Receta Electrónica y su cronología, a su despliegue y al papel de los distintos actores en su futuro desarrollo. Del conjunto de lo leído hay cosas que me gustaría matizar, otras modificar y otras eliminar pero en conjunto me parece un plan brillante.

Pero hay un concepto que quiero destacar por encima de cualquier otro: A partir de su implantación, cada paciente no se tendrá que enfrentar a una serie de consejos y a una suma de medicamentos distintos agrupados en un papel pero inconesos sino que tendrá un Plan Terapéutico que incluirá aspectos no farmacológicos y otros farmacológicos.

Este concepto, que puede parecer baladí, es, en mi modesta opinión, lo que más se parece a una receta multiprescripción, una vez que nos hemos resignado a que la reivindicación del mes de enero del AP XII no verá su materialización. (Nada como un concepto tan potente como la facturación para desmontar cualquier otro argumento).

Pero para que tan valiente y brillante iniciativa sea viable se tiene que cumplir dos premisas.

Debe existir un único gestor o responsable del plan y dicha responsabilidad solamente pueden llevarla a cabo los internistas de la atención primaria, los médicos de familia.

El resto de los actores, los otros especialistas y los otros prescriptores, deberán trabajar con el Plan del Paciente y si se modifica el mismo, se anulan parte de su contenido, se añaden nuevos elementos, se ajustan sus dosis etc. será de una forma aguda, puntual, teniendo que ser el responsable del Plan el que transforme y consolide estas intervenciones en una modificación definitiva del Plan Farmacoterapéutico del Paciente.

Esto implica que todas las especialidades diferentes de la primaria deberán trabajar con la Historia Única del Paciente, prescribir con el módulo de Receta Electrónica y dejar patente sus acciones u omisiones que posteriormente serán consolidadas por el especialista de primaria.

De estas condiciones no hay nada escrito aunque si se oye que “por supuesto” “no puede ser de otra manera” (“Of course” “It couldn´t be any other way”). Si la apuesta es clara y las tonterías, las justas, los pacientes se beneficiarán. Si no se cumplen será más de lo mismo pero en versión digital.

Compañeros, cambiar el chip. Se acaba la era de las recetas. Las recetas han muerto, nace el Plan Terapéutico del Paciente

PD: Pero no creáis que esto es un regalo. Esto supone un curro de cortar. Repasar el Plan en cada contacto con el paciente, conocer la farmacología y la farmacocinética como el “padre nuestro”, conocer las interacciones, los efectos secundarios, priorizar decisiones… con “fundamento” que diría Argiñano. Y todo ello en directo, sin red y en el tiempo que toca para cada paciente.

Tal vez al igual que con las guardias o el euskera, creen la figura de “exento por edad” que no es lo mismo que “exento por incapaz” (me captais la ironía?)

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