jueves, 17 de mayo de 2012

Entre el escepticismo y la esperanza pasando por la incertidumbre



Cuando veo esta foto no puedo quedarme impasible. Se me acumulan una mezcla de sentimientos, que se pelean en mi interior. Van desde la esperanza mas absoluta por unas fórmulas de trabajo que a la postre permitan una mejora en la calidad de la asistencia que podamos prestar a los pacientes en el futuro hasta el mas recio escepticismo por si esto no será mas que un brindis al sol o lo tendremos como una realidad en el trabajo cotidiano. Pero el sentimiento que mas me agobia es la incertidumbre

Las relaciones presenciales tienen que estar trufadas de mucha empatía, una gestión medida de las expresiones verbales y no verbales, un mensaje adecuado al paciente .... y aún poniendo mimo en todo ello los resultados no siempre son los deseados. Por eso, cuando veo que se están dando estos pasos de gigantes hacia relaciones no presenciales, me rilo por la pata abajo. (será cosa de la edad, supongo)

¿Quién nos va a preparar para estos nuevos escenarios? ¿seremos capaces de gestionarlos con eficiencia? ¿Seremos capaces de saber delimitarlos sin caer en errores de bulto que pongan en peligro el objetivo de nuestro trabajo?

Y ¿cuál será su dimensionamiento? ¿lo vamos a desplegar a la población general o no saldremos del eterno programa piloto de 50, 100 o 500 pacientes superescogidos con los que todo sale según lo previsto porque con ellos hacemos cosas que no se corresponde con "la práctica habitual? ¿Están dimensionados en tiempo y recursos estas innovaciones?

Cuando he tenido conocimiento del proyecto TEKI me he dicho a mi mismo: Rafa, TE KIero mas tranquilo, colega. No te mosquees porque en vez de que te cuenten en primera persona o por los cauces lógicos de tu empresa el proyecto que se nos anuncia, te hayas enterado del su existencia porque se han ido a Madrid a contarlo (¿Será para los madrileños?) y lo hayas visto reflejado en los medios de comunicación. 

Uno esperaba una exposición abierta para todos los profesionales de la empresa en la que se nos explicaran los detalles, se pudiera plantear las dudas y viéramos las maravillas y la sencillez del programa a fin de disminuir el grado de incertidumbre que nos embarga.

Tal vez lo podamos hacer, ya que no parece que se tenga pensado un despliegue explicativo, a través de herramientas virtuales, esas que desarrollamos para los pacientes y que se pueden aplicar a las personas de la organización. ¿Que tal una videoconferencia con preguntas en un chat o una twitterentrevista?



Por cierto, me ha encantado la casa de Dª Laura, su amplio salón y su magnífico televisor.

PD: Ja, ja , ja. El comentario de Rafa Rotaeche aporta un plus añadido que habla por si solo



A la paciente se le trata con un medicamento, el Roflumilast, que CEVIME etiqueta como se NO SUPONE UN AVANCE TERAPÉUTICO y que cuesta un riñón. ¿Será una prescripción de Atención Primaria o del segundo nivel?


A Paloma Acebedo le va a dar un perrenque con estos disgustos y a buen seguro que se le escapará una lagrimita, pero de rabia y cabreo.


2 comentarios:

  1. .....98,99 y 100.
    Me pasa lo mismo que a ti tocayo.Más seducción por la herramienta,más control del paciente centrado en el hospital,más publicidad con un titular periodístico equivocado que debería ser. "Osakidetza evaluará la eficacia de un sistema basado en la telemedicina en la atención a la EPOC" Algo muy necesario después de leer esta revisión sobre el tema http://bit.ly/KyWzq7 Claro que esto llevará tiempo xq se necesitan bastantes más de 10 pacientes y no vendría mal un grupo control con atención basada en su EAP con los medios adecuados por ejemplo.
    Por cierto recordarle al médico que trata a Doña Laura que el Roflumilast es un fármaco evaluado por el Cevime (http://bit.ly/ywo9AE) como que no aporta nada nuevo.Quizás una política de desprescripción nos salga más rentable que la telemedicina claro que eso no parece que sea muy pionero o innovador

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  2. Desde luego hay mensajes que parece que están hechos por el enemigo. A menudo más que un director de comunicación haría falta un censor de comunicación.

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