viernes, 21 de enero de 2011

Malgré Tout

Todos los días cuando me levanto me planteo el reto de que el trabajo sea estimulante y que al final de la jornada, además de completar los contenidos propios de la labor de una consulta de Atención Primaria, pueda aportar algún plus que me reporte una satisfacción. Un plus intangible que me permita superar el trabajo, a veces rutinario, al que nos enfrentamos.

No es fácil. No siempre es factible que se presente la oportunidad de aportar una iniciativa, plantear un reto, participar en un proyecto, pero cuando se produce es altamente satisfactorio (o una alta dosis de ingenuidad o gilipollez según quien opine).

Uno de los mecanismos básicos para mantener una actitud en este sentido es la motivación. Yo, hasta ahora, estaba motivado.



Pero hoy estoy muy, pero que muy motivado. Me siento como San Jorge, capaz de cortar la cabeza del dragón, de afrontar cualquier dificultad, de luchar hasta la extenuación para conseguir un consenso, apoyar un proyecto, ser un motor para el cambio, generar innovación a cascoporro. Sentir que mi ombligo es un botton (up).

¿Y por qué? La cosa viene ya de fechas previas pero lo llevaba con resignación. Una bajada de sueldo en el 2010 me motivó un poquito, una congelación salarial para el 2011 me dio otro empujoncito, la renuncia a la subida prevista para este año remató la faena. Pero hoy he alcanzado el paroxismo por partida doble. Me he enterado que tengo un mogollón de paciente que, malvados ellos, están en la TIS de dos comunidades y que me los han quitado de golpe,  pero que curiosamente siguen viniendo a mi consulta, lo que me supone trabajo y disminución en mis ingresos (la nueva paradoja del capitalismo). Para completar mi gozo me entero que me bajan un 3% en la cantidad que recibía por el desarrollo profesional y para terminar de motivarme se me anuncia que en cuanto pasen  las elecciones municipales tendré el placer de conocer nuevos incentivos motivadores.

No sé con qué ojos miraré al dragón el lunes. En el fondo de mi ser quisiera volver a cortarle la cabeza pero cuando pienso en él cada vez me da más pereza, cada vez me planteo si merece la pena. Si la delgada línea entre ser bueno o tonto (del culo) va justo desde mi entrecejo a mis partes nobles. Total, uno ya va teniendo una edad y no pensar en nada de nada a lo mejor no es tan frustrante.

De verdad. Deseo mantener el ánimo, deseo no aburrirme con mi trabajo, deseo acostarme con ganas de volver a empezar al día siguiente. Y lo deseo a pesar de todo, a pasar de los pesares. Pero por favor, dejen de motivarme



5 comentarios:

  1. ¿Qué motivación se puede tener para pasar auditorías y para que te apetezca hacer actividades extras para que a tus gestores les den premios que hinchen su curriculum? ¿Quien paga a los auditores y evaluadores? ¿Hay responsables del dinero que se dilapidó con la Gripe A? ¿Reconoceran si la telemonitorización y el contact center son un fracaso?

    ResponderEliminar
  2. La culpa no es de la delgadez de la linea que separa ser tonto de ser bueno, o de ser ingenuo, el problema es que los que pagamos el pato somos siempre los mismos. Ah, y apretaros los machos porque el gobierno va a recapitalizar las cajas de ahorros. Eso significa que, si el el análisis efectuado en el 2010(pruebas de resistencia lo llaman) el nivel exigido fué de un 6%, en los nuevos exámenes será de un 8%. ¿Sabeis qué es eso? pues que por cada punto adicional son 8.600 millones de capital extra necesario. ¿Adivinais de donde va a salir ese dinero? Pues de nuestra motivación, de la de los pensionistas y de los parados de larga duración. El problema(dice Millás)es que se juega con reglas distintas. Tu y yo Rafa, entre otro montón de gente en peores condiciones que nosotros, tenemos la desgracia de haber escogido la instrucciones de juego equivocadas.
    Mafalda

    ResponderEliminar
  3. Eres una fuente de información extraordinaria.
    ¿De todo ésto que cuentas te han informado de forma "orgánica"?.
    Debo estar en el cuarto oscuro de la Organización, porque no me entero de la mitá.
    Gracias, gracias.

    ResponderEliminar
  4. "siempre ha habido condecoraciones para los jefes, y mejor cuanto más relucientes; siempre se han colgado medallas unos, a costa del trabajo de otros, pero ahora el fenómeno parece elevado a la enésima potencia, pues estamos viviendo tiempos de “MEDALLITIS”. Es la lógica del político a corto plazo, que cuando no hay pan, tiene que vender humo.

    La consigna para estos tiempos es, pues, bien clara: VOLUNTARIOS PARA NADA, mientras subsistan gerencias arbitrarias y despóticas y padezcamos el estilo dictatorial de gestión, de moda en los últimos tiempos

    Trabajar, atender a nuestros pacientes…….. PERFECTO
    Asumir roles ajenos al trabajo propiamente sanitario, coordinar proyectos, aportar ideas, participar en instituciones fantasmales……… QUE LO HAGAN ELLOS.

    ¡Déjales solos! No colabores con quienes te oprimen"(Sindicato Medico dixit)

    ResponderEliminar