martes, 21 de diciembre de 2010

Calidad: A pesar de todo, te quiero


!Ay! Calidad de mis amores.

Lo que me conoceis sabeis que soy un fervoroso defensor de la Calidad como herramienta para gestionar y mejorar. Ahora, aunque ya me estoy quitando de la adicción, sigo, aún y todo,  defendiéndola con pasión en lo que creo que tiene de positivo y la critico con energía en lo que creo que tiene de negativo (las puñeteras Q de plata, de oro o de hojalata que han acabo confundiendo el método con el objetivo).

Por eso, hoy me voy a dedicar una canción (aunque en realidad se la dedico a Angel, que sé que esto de las Q le transporta al nirvana) que es sano reirse de uno mismo y de las cosas sagradas.

Nada menos que uno de los hits de los BeatIfull Brains, si los del himno de Osakidetza de mi amiga Lis


4 comentarios:

  1. Eskerrik asko querido Rafa por la dedicatoria.
    Como bien sabes, porque de esto hemos hablado muchas veces, una cosa es la calidad y otra lo que nos quieren vender por calidad. Yo si entro a un restaurante lo puedo hacer porque tiene una estrella Michelín, está en la guía rotisseur, me han hablado bien... desde luego nunca porque a su gerente le hayan concedido la Q de platino. Esto último me da igual, o mejor dicho: probablemente no entraría porque pensaría que me quieren dar tocomocho, amén de las múltiples encuestas que tendría que realizar antes de abandonar el local.
    Lo único bueno de esto de las Q es que son como el signo imborrable sacramental, que una vez que te la dan son para toda la vida, y no como las ISOs... que hay que renovar anualmente (pesados ellos).

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  2. Hablando de calidad, estoy flipando tras leer esto.
    ¡dónde está aquí el control de calidad http://medicablogs.diariomedico.com/micro/2010/12/18/¿por-que-el-ministerio-de-sanidad-patrocina-series-de-tv/

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