martes, 7 de mayo de 2013

El coste de la visita médica 2/3



Continuando con las reflexiones en torno al documento que publique hace unos día, hoy me voy a centrar en un aspecto del mismo que me ha llamado la atención

Esta práctica, tal como está funcionando en la actualidad, tiene además un coste para los servicios públicos. 
  • El tiempo médico dedicado a la información transmitida por la industria farmacéutica ocupa para cada médico entre 5 y 15 minutos, diarios, nueve meses al año, lo que supone unos 400.000 € en la Comarca Interior y unos 600.000 € anuales en el Hospital Galdakao-Usansolo. 
  • Para toda la atención Primaria de Bizkaia estas cifras se sitúan en el entorno de 1,5 millones de euros y en el total de Osakidetza, tanto en atención primaria como en hospitalaria alcanzarían el valor de unos 9 millones de euros.
  • Se desconocen las ventajas que tiene para las organizaciones sanitarias dedicar estos recursos públicos a la información directa de la industria.
Reflexiones y argumentaciones como esta te pueden llevar a una disyuntiva de la que no siempre es fácil salir airoso. Ya lo dice el dicho popular: Cuidado con lo que argumentas no vaya a ser que te quedes con el culo al aire (o con las bragas, o con los calzoncillos en la mano en versión mas castiza)

Porque una vez que has puesto precio a una acción, esta vale lo tasado y deja de ser un ente etéreo. Pasa de algo intangible a tener un valor (9.000.000 €/año). Y pasa de no tener dueño ni perro que le ladre, a ser un bien público, en este caso,  sometido por tanto al escrutinio de la gestión de los recursos de la sociedad.

El hecho que se describe continua vigente, día tras día, en todos los Centros de Salud y Hospitales de la red de Osakidetza. Y yo me planteo:

Si es conocido su valor y se consiente, será porque tras una evaluación de coste/rentabilidad, el balance se inclina hacia la rentabilidad y es por eso por lo que se permite y se perpetúa. Y en ese caso no parece coherente argumentar su coste como elemento peyorativo en referencia a la visita médica. Es lo que cuesta pero es rentable.

En el caso de que no se considerara rentable, lo más lógico sería prohibirla (o cobrarla) ya que se está despilfarrando un porrón de euros en algo que no es rentable para la empresa, máxime cuando el recurso es un bien público y la ética de la organización no puede (o no debería) consentir un uso inadecuado de los recursos o la no optimización de los mismos.

Ya me veo a todos los gerentes facturando a la industria por la visita médica (como medida temporal mientras dure la crisis y luego ya hablamos) y a lo peor pasamos de ponerla en entredicho a que sea obligatoria como fuente de ingresos (que la crisis agudiza mucho la imaginación)

Bonito tema para que alguna comisión ética se pronuncie al respecto. Yo sólo planteo la duda argumental



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