sábado, 26 de marzo de 2011

Komunikazioa


Jueves tarde. Acudo a una mesa enmarcada en el contexto de las XVIII Jornadas en Atención Primaria de la Comarca Uribe con un claro objetivo: Saludar y disfrutar con  la exposición de Salvador Casado y puedo asegurar y aseguro que cumplí con ambos objetivos.

La mesa en la que participó Salvador llevaba el lema general de Adaptándonos a los nuevos tiempos y en ella participaban el propio Salvador con una ponencia bajo el título “Blogs y redes sociales en la consulta de A.P.” y una conocidísima periodista radiofónica, Almudena Cacho, que tituló su ponencia como “Comunicación”.

Salvador no decepcionó a los ya convencidos y que le seguimos y admiramos ni a los que no habían oído hablar de él. Hizo una presentación, que si la tuviera que calificar con un concepto, diría que “olía a poesía”. Me gustaron muchas cosas. Su sensibilidad al  incluir el euskera en su presentación de una forma tan natural, sin que parezca un artificio forzado deja patente sus capacidades y buen hacer.

Pero no quiero que esto parezca una loa a Salvador, que se lo merece de sobra, sino una reflexión sobre un aspecto de su presentación: La Comunicación (Komunikazioa en su presentación) como herramienta, como la gran baza tecnológica que poseemos en la A.P. y como un valor princeps en nuestra labor cotidiana con los pacientes.

La periodista, con ese tono de voz que encandila a través de las ondas y en directo, realizó un discurso muy simplón incidiendo en su visión como usuaria y reforzando, apoyándose en una entrevista que realizó a Albert Jovell, los aspectos presenciales de la comunicación.

He realizado este miniresumen de las exposiciones para alcanzar el momento de las preguntas. Hubo un par de intervenciones intentando plantear la dicotomía de la comunicación. La comunicación presencial es el blanco, la no presencial es el negro. Y sobre esto quiero aportar una reflexión.

Parece mentira que a estas alturas de la vida se puedan plantear las cuestiones como todo o nada. Esto es lo bueno y el resto es lo malo. La verdad sólo está en mí y fuera solamente está “el frio y el rechinar de dientes”

Qué duda cabe que la comunicación presencial es el top de los top de la comunicación donde además del verbo, adjuntamos nuestros gestos, nuestras posturas, nuestras actitudes. Apreciamos los tiempos, los tonos de la voz, las inflexiones en el discurso. Y precisamente por todo ello, la comunicación presencial, en el ámbito de nuestras consultas, nos exige mucho. Para ello necesitamos algo que a veces no tenemos. Tiempo. Tiempo para que podamos relajarnos, mirar a los ojos, adoptar una postura sin barreras, empatizar, tener un discurso que no transmita prisa, que nos de tiempo a manejar los silencios… porque si no lo conseguimos, tendremos una comunicación presencial pero una mala comunicación presencial. Cuidado con lo que pides no vaya a ser que te lo concedan. Comunicación presencial, si, pero de calidad.

¿Y las otras formas de comunicarse? ¿Hay que renunciar a ellas por no tener la potencia de una presencial (de calidad)?

Evidentemente no. Pero tampoco hay que mitificarlas. La comunicación no presencial ni puede ni debe ser una contraposición a nada. Es una opción más, es una apertura de nuevas posibilidades, a nuevos escenarios. Yo las encuadraría bajo dos premisas:

  • Es el paciente el que decide si acepta o no los nuevos escenarios
  • El sentido común debe ser el eje para su gestión

A nadie se le ocurriría plantear que no se debe hablar por teléfono porque no tiene "la calidez de la presencia de mi amada y no puede olerla ni mirarle a los ojos". Nadie negaría el valor de un correo electrónico en cualquier actividad o en cualquier trabajo hoy en día. ¿Y por qué se pone en duda en nuestras comunicaciones con los pacientes?

Evidentemente, cada forma de comunicación no presencial sirve para lo que sirve y cada uno presenta matices y limitaciones que no se deben olvidar. La experiencia en su uso va colocando a cada una en su lugar sin que por ello sean ni mejores ni peores unas que otras. Mi visión de ellas:

Comunicación telefónica: Somos expertos en ella. La usamos a diario. Nos sentimos cómodos y nos ayudan en múltiples ocasiones. Y todo porque llevamos mucho tiempo usando el teléfono. 
Lo usamos para valorar una visita que tenemos que hacer, para realizar un seguimiento, para aclarar una duda, para informar de un resultado…. Pero si alguien la usa “en vez de” puede encontrarse con verdaderos problemas (sentido común).  Por cierto, la comunicación telefónica no tiene ninguna seguridad de protección de datos y curiosamente, los que habitualmente utilizan este argumento de la seguridad como arma arrojadiza para otras formas de comunicación, jamás la plantean en este terreno.

Correo electrónico: Sirve para lo que sirve. En mi modesta opinión, el profesional lo debe ofertar y ser el paciente el que se decante por su uso y es él, el que determina, con una sensatez que abruma, su uso. Básico para pacientes activos en los que acudir en persona a la consulta supone un problema. Ideal para solventar trámites administrativos, que el paciente te pueda aportar documentación, temas muy sencillos o dudas que hubiéramos solventado en el teléfono

  • Rafa, te mando los resultados del reconocimiento de empresa. Ya me dirás.
  • Están todos ok. Los anoto en tu historia  //o// hay algunas cosas que me gustaría comentarlas. Pásate por la consulta

Blogs: Yo distingo claramente (y así lo hago) entre un blogs dirigido a mis pacientes y otro (este) en el que planteo los debates o reflexiones sobre los aspectos sanitarios o sobre la Primaria. En el primero intento apoyar mi discurso de la consulta con mensajes que lo refuercen, con medios audiovisuales, recopilar información de interés, incidir en hábitos saludables y darle valor añadido como con mi calendario de ausencias, mis mail etc. No sirve para aclarar dudas, no es un consultorio on line.

Redes sociales: Aunque estoy en todas reconozco que no tengo experiencia en su uso con un enfoque dirigido a los pacientes pero en vez de rechazarlas, hago un seguimiento de los que la usan y en cuanto le vea un ajuste a mi forma de relacionarme, me lo pensaré.

Hablando de comunicación, me doy cuenta que un post tan largo es un mal ejemplo de ello pero a veces hay que soltarse la melena y dejarlo todo clarito. Creo que le llaman catarsis.

4 comentarios:

  1. Me gusta la reflexión. Seguro que en las redes, o mejor, en los sitios de redes sociales también te manejarás con soltura. Que también es importante el sentido común en ellas ;-)

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  2. A mí me parece una buena entrada resumen sobre las posibilidades de comunicación en la consulta.
    Yo también llevo un par de días pensando sobre algunas de éstas cosas. Y también me sorprende ciertas (o muchas) reticencias a todo este abanico de nuevas posibilidades.

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  3. Me ha gustado, como siempre, lo comparto del todo .
    De acuerdo contigo en lo de simplona la conferencia, es fácil decir lo que el público quiere oir ...eso es comunicar?? Decir que somos guays cuando miramos a los ojos y hablamos de la historia del paciente, "su" historia...qué bonito.
    Pues yo casi que si tengo que recoger un resultado :
    a) Pedir cita, salir del trabajo, esperar en la sala , que vas tarde, llamo al trabajo para decir que me retraso, entro, espera que tengo una llamada urgente, bien , ya estoy contigo...toma el análisis: Todo bien.
    b )Pues prefiero que no me mires a los ojos y me escribas un mail, que también se puede ser cercano y asertivo.
    También es verdad que como nosotros casi siempre nos saltamos la fase a)

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  4. Qué de acuerdo. También tuve un momento ojos en blanco en la desaprobación de la comunicación no presencial. Pero lo escucho tantas veces entre mis compañeros....

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