martes, 1 de marzo de 2011

Una nueva oportunidad: El Bottom Up Market



La verdad es que lo de este 2011 es para no creer. Si ya nos lamentábamos con las bajadas de sueldos, los recortes en el complemento de la carrera profesional o el caos de las TIS fantasmas y nos planteábamos si ello desmotivaría al personal, en esta ocasión va y llueve sobre mojado.

Resulta que, como cada año, la empresa hace el cálculo de las horas que se trabaja y contando lo que haya que contar, que no dudo de su exactitud, resulta que a cada currante nos faltan 31 horas en este año para cumplir con las 1592 que marca el convenio. En otros años la cifra ha sido menor y en general la cosa ha sido laxa y con un par de cursos en horario extraescolar se solventaba el asunto.

Pero en el 2011 no. Resulta que las horas hay que devolverlas y no de cualquier manera. Hay varias opciones:

1.- Meter las horas en el horario en el que no se trabaja pasando consulta por la tarde o por la mañana según los casos.

2.- En formación. Pero en esta ocasión con un par de detalles de esos que elevan la moral de las tropas. No podrá exceder del 50% del total y sólo se aceptaran los cursos organizados por la empresa. Por supuesto en horario extraescolar. No se acepta la formación on-line (mira que son antiguos)

3.- Realizando labores administrativas o de colaboración. Si te quedas unas horas fuera del horario para estudiar si los diabéticos de tu cupo tienen dos ojos o tres, por poner un ejemplo. O bien si formas partes de algún grupo o comisión que realice sus actividades fuera del horario de trabajo.

4.- Cogiéndote las horas de tus vacaciones, moscosos o canosos. A elegir. En esto son flexibles.

5.- Si se acaba el año y no presentas un balance equilibrado, se te descontarán del sueldo las horas pendientes de devolución.

 Queda expesamente descartada la opción de repartirlas entre los días que se trabajan

Es evidente que este acúmulo de circunstancias están consiguiendo desmotivar a los  más animosos y no te digo como están los que de por sí ya están en agonía permanente. En este contexto recibimos esta soflama de un sindicato

Voluntarios para nada

En los tiempos de la antigua mili, era ésta una consigna muy común, y tenía un carácter eminentemente defensivo. Se trataba, por una parte, de pasar desapercibidos, de volverse invisibles, pues, de lo contrario, te podías convertir en diana para mandos despóticos. En segundo lugar, la consigna se adaptaba perfectamente a nuestras pocas ganas (más bien nulas) de hacer cualquier cosa en favor de una estructura opresora y para exclusivo beneficio de unos jefes chusqueros.

Han pasado muchos años y, paradójicamente, han vuelto tiempos que, en buena parte recuerdan aquellos……. salvando las distancias, naturalmente, porque en 2011 el acoso es un delito, y como tal, intolerable y denunciable; pese a todo, vemos con preocupación que asoman algunos comportamientos que se le aproximan.

Nos queda, sin embargo, la razón descrita en segundo lugar. Esa ha recobrado plena vigencia. Es una constante sociológica; siempre ha habido condecoraciones para los jefes, y mejor cuanto más relucientes; siempre se han colgado medallas unos, a costa del trabajo de otros, pero ahora el fenómeno parece elevado a la enésima potencia, pues estamos viviendo tiempos de “medallitis”. Es la lógica del político a corto plazo, que cuando no hay pan, tiene que vender humo.

La consigna para estos tiempos es, pues, bien clara:
VOLUNTARIOS PARA NADA, mientras subsistan gerencias arbitrarias y despóticas y padezcamos el estilo dictatorial de gestión, de moda en los últimos tiempos

Trabajar, atender a nuestros pacientes……..
PERFECTO

Asumir roles ajenos al trabajo propiamente sanitario, coordinar proyectos, aportar ideas, participar en instituciones fantasmales………
QUE LO HAGAN ELLOS.

¡Déjales solos! No colabores con quienes te oprimen.

También algunos compañeros han explotado y lo manifiestan de forma explícita: "La fábula de Aladino,….se acabaron lo “buenos” rollitos, …..la historia de las 31 horas,…por mi parte hasta aquí hemos llegado" grita a los cuatro vientos mi admirado J.J.

La situación parece abocada a un inmovilismo por parte de los trabajadores con una actitud de negación a colaborar con la empresa ante cualquier circunstancia que supere lo estrictamente asistencial.

Esta realidad entra en clara confrontación con los planes del Consejero que ha apostado de forma clara por fomentar las iniciativas de los trabajadores, de impulsarlas, de dotarlas de medios. En definitiva ha apostado por un modelo "bottom up" en la que la empresa pone los medios, las estructuras y da  facilidades para llevar adelante las nuevas iniciativas y los trabajadores ponen sus neuronas, su quintaesencia de conocimiento, sus propuestas de innovación, sus planes para desarrollar un proyecto, para llevar adelante un plan … y este equilibrio se planteaba desde la generosidad de ambas partes. (win to win) (que cursi me ha quedado esto).

Oye, que habíamos pensado en ti para que formaras partes de un grupo de trabajo que……. porque tú que eres un profundo conocedor de ……., que siempre apuestas por ………. seguro que  aportas una visión…. que va a enriquecer ….. y de ello se pueden beneficiar ….. Vamos lo habitual en estos casos. Hasta ahora la respuesta en general era de dos tipos.

1.- Encantado, Grácias por contar conmigo. Me hace mucha ilusión la oferta.

2.- ¡Uy! Ya lo siento, es que  estoy muy liado, no tengo tiempo. Grácias por haber pensado en mi pero no puedo participar en tan interesante iniciativa.

Pero las nuevas reglas de juego, el encadenamiento de situaciones desmotivadores lo que ha conseguido es que se plantee lo que

Yo veo como una nueva oportunidad.

La empresa lo tiene claro. Debe optimizar sus recursos hasta exprimirlos como un limón. ¿Y qué opciones nos quedan a los trabajadores ante esta disyuntiva de recortes continuos y limitaciones sin fin?.

En tiempos de crisis, hay que ser innovador. Estudia el mercado y valora tus activos. Y en este contexto creo que nace una nueva oportunidad. 
 
El Bottom Up Market
 
Un nuevo mercado de las ideas, de las iniciativas,  de las estrategias. Como todo nuevo mercado no estoy seguro de cómo se va a comportar en el equilibrio de la oferta y la demanda (es lo que se llama un mercado de futuros). Pero no me parece mal explorarla. Yo tengo una idea, una propuesta, una nueva iniciativa y la coloco en el mercado para ver qué tal se cotiza. Si a nadie le interesa, tan contento, jodido como hasta ahora pero con el copyright intacto. Si a alguien le interesa, hablemos, pujemos y veamos lo que vale. Veamos como  lo que hasta ahora fluía sin un valor específico salta al mercado como un valor  ¿en alza?.

Espero poder resarcirme de las pérdidas que estoy soportando cotizando en este nuevo IBEX 35 de las ideas. Por lo menos, como idea innovadora no tiene precio y la estoy vendiendo gratis (mal empiezo)

En consecuencia, ahora se plantea una tercera respuesta:

3.- Encantado, Gracias por contar conmigo. Me hace mucha ilusión la oferta. ¿En cuánto valoráis mi colaboración?

Así que disiento con el sindicato y con mi amigo J.J. Ahora hay que presentarse VOLUNTARIO PARA TODO pero no a cualquier precio. Esta nueva situación va a poner en valor nuestras neuronas, nuestra quintaesencia de conocimiento, nuestras propuestas de innovación, nuestros  planes para desarrollar un proyecto, para llevar adelante un plan. (es que soy de la SGAE y esto de la propiedad intelectual, con la nueva Ley Sinde, vale un huevo). Cada nueva iniciativa tendrá que conllevar una negociación previa. Nada de que lo hagan ellos, LO QUIERO HACER YO, pero negociándolo previamente,

1 comentario:

  1. ¿Y qué te van a dar a cambio?: dinero, horas o mas marrones.
    Cuando participas en algun proyecto o iniciativa lo pagas con sangre ya que te quitan la consulta un día pero al día siguiente tienes la agenda llena más un montón de indemorables.
    Por otro lado,¿Para qué sirven las medallas que dan a nuestros jefes? ¿Cuánto nos cuestan?

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